Solía soñar que era una princesa, con un tutú
rosa corría a lo largo de toda mi casa hasta acabar debajo de una cama, que no
era más que un dragón, y allí esperaba a que mi príncipe me rescatará, entonces
viviríamos felices para siempre…
Hoy en día parece que tengo el reinado de
pocas cosas excepto el de lo que intento escribir, y aún así hay días en que
las palabras se resisten a salir, anidan en mi mente y no quieren plasmarse
sobre el papel.
Si he estado atrapada dentro de un dragón, ya
no espero a que llegue un príncipe a rescatarme, he decidido hacerlo yo sola.
Lucho por mi propia felicidad, que si bien compartiré con quien se acerque,
pero no dejaré que nadie la robe. O al menos quiero convencerme de ello.
Si lanzara una botella al mar me gustaría que
la encontrases, porque hay cosas que necesito decirte.
Necesito decirte que me has inspirado para
volver a tomarme un tiempo para tratar de escribir, que me has hecho
reflexionar sobre el arte y has conseguido que me mueva para intentar crearlo. Que
he vuelto a soñar con poder cambiar el mundo o al menos intentarlo, en resumen
ahora hay más sueños y de más colores.
Y si un día bajo la luz de la luna nos
volvemos a encontrar te contaré más secretos que se han quedado en el fondo de
la botella.
Así que si un día vuelves a admirar las
puesta de sol, y de colores el cielo se tiñe, no dejes de mirar al horizonte,
quizás allí encuentre un barquito de papel con todas estas palabras grabadas.
0 comentarios:
Publicar un comentario